Vórtice

Abuso infantil, en futuras clínicas transexuales

“La destrucción de órganos sanos es una mutilación”

Por Dr. Jorge Ballesteros

Un atentado más en contra de la niñez de parte de Claudia Sheinbaum, la sionista Jefa de la Ciudad de México, ahora no se trata de ponerles falditas femeninas a los alumnos varones de secundaria, ni de ponerles ropa masculina a las niñas, sino de algo más grave, algo criminal y monstruoso, crear una clínica para cambiarle el sexo a los niños, mutilarlos quirúrgicamente y darles hormonas de por vida.

Es la nueva locura que trae esta mujer desquiciada, comunista fanática, casada con la agenda de su hermano de religión el judío George Soros, promotor del marxismo cultural y de la ideología de género, que ahora van por los niños, se trata de corromperlos, de dañarlos física y mentalmente, de quebrarlos como persona con estas patrañas del transexualismo.

Con la educación sexual perversa que se da en la Ciudad de México (bastión de la izquierda mexicana desde hace 20 años) en los jardines de niños y en las primarias, crean confusión en las mentes inexpertas e infantiles de los infantes, les hacen creer que el sexo con el que nacen no importa, que las niñas pueden ser hombres si quieren o los niños pueden ser mujercitas si lo desean.

Claudia Sheinbaum

Esto produce disforia de género que es una condición psicológica en la cual los niños experimentan una acentuada incongruencia entre su género, tal y como ellos lo perciben, y el género vinculado a su sexo biológico.

Pues bien, lo que es un problema psicológico, y que se trata con terapia psicológica, que consiste como dijimos en una confusión pasajera acerca de su verdadero sexo, lo refuerzan estos canallas con fantasías, les dicen que es una alma de una niña encerrada en el cuerpo de un niño y que el tratamiento es mutilar su pene y testículos y hacerle una abertura en forma de vagina y darle hormonas tempranas femeninas para inhibir su desarrollo sexual masculino.

A las niñas le mutilan los pechos, les suturan la vagina, les hacen crecer el clítoris con hormonas masculinas para semejarlo al pene, y les dan hormonas de por vida.   Hay que señalar que tal cambio de sexo nunca podrá ser completo. En primer lugar, porque las operaciones quirúrgicas no son “curativas” (los genitales de los transexuales suelen ser órganos perfectamente sanos) sino “destructivas”.

En segundo lugar, porque el enorme esfuerzo por simular genitales externos semejantes al del sexo deseado no llevarán nunca a cambiar el sexo genético, ni permitirán, al menos por ahora, que la persona transexual pueda ser fecunda si llega a “conquistar” una buena apariencia del sexo deseado, pues la fecundidad se pierde completamente en los niveles más agresivos de intervención quirúrgica sobre personas transexuales.

La doctora Michelle Cretella, pediatra con 20 años de experiencia en esta especialidad y presidenta del Colegio Americanos de Pediatras (www.acpeds.org), alertaba de que los bloqueadores de la pubertad y la toma de hormonas provocan “la esterilidad permanente”. Además, recordaba transgenerar implica que a “niñas que están en ‘transición’ a chicos y están tomando testosterona pueden hacerles una doble mastectomía a los 16.

El uso prolongado en el tiempo de tal cantidad de hormonas “pone en riesgo a estos niños de poder sufrir un problema cardiovascular, una enfermedad cardíaca, diabetes, cánceres…”.

Hormonas y supresores por toda la vida, obviamente que los problemas psicológicos no remiten por el contrario empeoran. Los convierten en unas personas tristes, amargadas, que se odian a sí mismo, que no son felices y que termina suicidándose un gran porcentaje

De acuerdo con la encuesta realizada por The Williams Institute en colaboración con American Foundation for Suicide Prevention, el 4.6 por ciento de la población total ha reportado intentos de suicidio, sin embargo, esta cifra se incrementa entre un 10 y un 20 por ciento para las personas lesbianas, gay o bisexuales. En comparación, el 41% de las personas transexuales.

La tasa de suicidios es virtualmente mayor en transexuales después de operarse, poniendo de manifiesto que los tratamientos salvajes a los que se les somete no funcionan, sino todo lo contrario, pues de hecho el número de suicidios es más grande entre aquellos que se someten a tratamientos como el hormonal.

Estudios de la universidad Vanderbilt y la clínica Portman en Londres demuestran que niños y niñas que dicen identificarse con el sexo opuesto en edades tempranas dejan de hacerlo a edades mayores y de manera espontánea hasta en el 80% de los casos

La doctora Cretella explicaba por qué “es poco ético y muy perjudicial” que los padres tomen la decisión de mutilar los genitales de su hijo o de hormonarles.

“Cuando un niño menor de 12 años cree que es del sexo opuesto y se le permite naturalmente llegar a la pubertad, entre el 75-95% de las veces ese niño aceptará su sexo biológico al final de su adolescencia”, aseguró la pediatra en LifeSiteNews.

 

El gran negocio millonario de la ideología de género

Amparo Medina, ex funcionaria de la ONU, explica magistralmente las verdaderas causas que se encuentran detrás de la instauración de la “ideología de género” y la promoción del cambio de sexo:

“Dirigida por los lobbies LGBT financiados por las grandes farmacéuticas, clínicas de cambio de sexo y estéticas. ¿Saben cuánto vale una cirugía de cambio de sexo? 20 mil dólares y tienes que usar sus químicos y hormonas para toda la vida, porque como estás haciendo un cambio contranatura, en cuanto dejas de tomar esas hormonas, automáticamente retomas su sexo natural.

Así que es un negocio redondo, te doy hormonas para toda la vida y además te ofrezco cambio de sexo, ponerte, quitarte, acomodarte, que bigotito, que cejita, que implantes.

Todo un negocio que no para nunca porque son cremas, son geles, son hormonas, son operaciones, son implantes, hay de todo y ahí quienes ganas son las empresas que nos llevan a estas leyes y ¿quiénes pierden? Nosotros como seres humanos, que vamos terminando, pero destrozados”.

Aquí queda claro el gran negocio que hay atrás de la intención de transgenerar a los niños y jóvenes, los cuales se convierten en clientes de por vida, que les dan ganancias millonarias a estas transnacionales, y ahí vemos quienes financian a las Ongs LBGT, a los grupos feministas, y a los políticos liberales y de izquierda para que aprueben estas leyes. No les importan las personas, solo el negocio.

El Colegio Americano de Pediatría publicó una declaración y un análisis con tres firmantes: la presidenta de la Asociación Americana de Pediatría, Michelle A. Cretella; su vicepresidente y endocrinólogo pediátrico, Quentin Van Meter; y el psiquiatra Paul McHugh, antiguo jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Johns Hopkins, uno de los más prestigiosos centros médicos de Estados Unidos tanto desde el punto de vista clínico como de investigación.

Destacaban ocho puntos con argumentos científicos que explicaban por qué la ideología de género (y la petición de transgenerar niños) no se sostienen desde el punto de vista de la ciencia médica:

La sexualidad humana es un rasgo biológico objetivo binario (solo masculino y femenino)

Nadie nace con un género (Todos nacemos con un sexo biológico. El sexo se define desde la concepción, nadie lo asigna. El cigoto (que resulta de la unión del óvulo y el espermatozoide) tiene 46 cromosomas ordenados en pares. El par 23 es el que determina el sexo del bebé: si el par 23 está formado por XX, será niña, si es XY será niño).

La creencia de una persona de que él o ella es algo que no es, constituye en el mejor de los casos, un signo de pensamiento confuso.

La pubertad no es una enfermedad, y los bloqueadores hormonales pueden ser peligrosos.

Según el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales), hasta un 98% de niños con género confuso y hasta un 88% de niñas con género confuso aceptan finalmente su sexo biológico tras pasar la pubertad de forma natural.

Los niños que utilizan bloqueadores hormonales para reasignación de sexo necesitarán hormonas cruzadas al final de la adolescencia. Las hormonas cruzadas (testosterona y estrógenos) se asocian con riesgos para la salud.

Las tasas de suicidio son veinte veces mayores entre los adultos que utilizan hormonas cruzadas y sufren cirugía de reasignación de sexo.

Condicionar a los niños a creer que es normal estar toda la vida sustituyendo química y quirúrgicamente su propio sexo por el opuesto constituye un abuso infantil.

Estamos ante un problema que es más competencia de los psicólogos y de los psiquiatras que de los cirujanos.

Estos estudios apuntan a factores externos y perversos como unos padres que quieren una niña en lugar de un niño o viceversa o crearles confusión en las escuelas donde se da educación sexual de la ideología de género, como los causantes de la transexualidad.

Con todos los problemas que el desgobierno del clon femenino de López Obrador en la Ciudad de México, la Claudia Sheinbaum ha exacerbado como la inseguridad, informalidad, infraestructura, el medio ambiente, el agua, la corrupción, etc. va a dedicar 8 millones de pesos en esta clínica para transexuales que los mismos colectivos Trans se oponen.

Decenas de mujeres y hombres transexuales mostraron su rechazo a la propuesta de la jefa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, de construir una clínica especializada para la prevención de la salud para el colectivo transgénero y transexual.

“No solo sufrimos temas relacionados con el tratamiento de hormonización o del VIH, sino que también nos puede doler la muela o el estómago”, aseguró a Efe Carlos Barrera, cuyo nombre artístico es Androx Bondage, asistente a la 12 reunión de Información Salud Integral TTTrans, que tuvo lugar en la Alcaldía Cuauhtémoc de Ciudad de México.

Por ello, en esta cita solicitaron una atención sanitaria integral y que, por tanto, se descarte la propuesta planteada desde la Jefatura de Gobierno de Ciudad de México de crear un centro dedicado especialmente al colectivo.

Una tontería más de la sionista Claudia Sheinbaum, dictada por su fanatismo irracional y fuera de la realidad que hasta los colectivos Trans le rechazan por absurdo y le dicen que se deje de estigmatizarlos y que los trate como el resto de la población. Ya anteriormente había sido objeto de la hilaridad del general, por su absurdo disparate de querer ponerle un uniforme femenino a los estudiantes de secundaria varones y uno masculino a las niñas.