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Es pecado ser narco: Obispo de Nogales, José Leopoldo González

Por Sergio García

(Segunda parte)

NOGALES, SON.- El obispo José Leopoldo González González, desde hace cuatro años está encargado de la nueva diócesis de Nogales que tiene una población aproximada de 483 mil habitantes. Fue creada mediante la división del territorio de la Arquidiócesis de Hermosillo, en el Estado de Sonora.

Comprende 17 municipios: Agua Prieta, Altar, Átil, Bacoachi, Caborca, Cananea, Fronteras, Ímuris, Naco, Nacozari de García, Nogales, Oquitoa, Pitiquito, Santa Cruz, Sáric, Trincheras y Tubutama.

Actualmente, en el territorio se encuentran 25 parroquias, 10 rectorías y 153 Centros de Evangelización, divididos en cuatro decanatos. Entre las diversas instituciones se encuentran presentes 11 institutos de educación y doce instituciones de asistencia.

A continuación la segunda parte de esta charla:

¿Cuál es el número idóneo de sacerdotes que tiene calculada la Iglesia?

El numero idóneo es que haya un sacerdote por cada tres mil habitantes, o cinco mil pongámosle para una verdadera atención, pero cuando nos encontramos que a un sacerdote le tocan 50 mil fieles no podemos decir que los atiende, atiende a los que acuden al templo a solicitar un servicio… Por eso ante la falta de sacerdotes repito, los laicos que en comunidades incluso apartadas los domingos pueden realizar la celebración dominical como la celebración de la palabra, aunque no haya eucaristía, pero si hay congregación, se reúnen y se escucha el evangelio, se hace una reflexión y cuando el sacerdote, durante el mes lleva la sagrada comunión la reserva, pues él puede dar la comunión en el momento que están ahí.

¿Ha respondido la comunidad de Nogales, o sea han surgido seminaristas?

Sí hay vocaciones pero muy pocas, hay que ir poco a poco, promover la promoción vocacional es un rubro que hay que insistir y hay que organizarnos mejor porque no podemos nosotros decir: “hay un preseminario y los jóvenes que busquen entrar vengan a una semana de formación y discernimiento”, no… se ocupa un acompañamiento, a los párrocos yo les digo que cuando en las parroquias ven un acólito que está en la secundaria y que lo ven que es entregado, piadoso, ir acompañándolo y platicarle lo que es el seminario y lo que es la vida sacerdotal y ya en la preparatoria un acompañamiento más constante y ya después si les dices, “sabes qué si de verdad tienes el anhelo puedes probar sin compromiso hay un preseminario y si tú quieres ya internarte a los cursos propiamente ya de los estudios eclesiásticos un curso introductorio a los estudios de Filosofía y Teología”, pues ya se interna y decide su formación.

Tenemos pocas vocaciones porque nos ha faltado la promoción personalizada; no es lo mismo decir va haber esto, cuando ya tienes en la mira a dos o tres jóvenes. Yo les digo si cada sacerdote se preocupa por su relevo pues tendríamos ahora 35, pero sí, sí hay vocación aquí, pero falta promoverla.

¿Es preseminario entonces o hay seminario?

Tenemos un seminario pero para ingresar se realiza un preseminario de una semana donde se les explica lo que es el seminario, pero no puedes en una semana decir todo, entonces se necesita un acompañamiento, que al final de cuentas la mejor promoción vocacional es el testimonio del sacerdote.

Todos los sacerdotes deben dar su testimonio, al menos yo lo digo por  mi experiencia, nació el anhelo de ser sacerdote por ver el testimonio de otros sacerdote y también otro factor importante es la familia, cuando el ambiente en la familia es cálido, es un ambiente de amor y temor a Dios entonces surge el deseo espontaneo de servir a Dios. Y si ves un testimonio completo de un sacerdote en tu pueblo soy de un pueblo muy chico de la región de los Altos, yo veía a los sacerdotes alegres, juveniles, entregados, trabajadores que incluso en mi tiempo, que no había vehículos ellos iban a los ranchos a caballo, y aún siendo campesino yo decía: “pues eso de andar a caballo, eso yo ya lo aprendí, eso no me va a costar trabajo si un día yo llego a ser sacerdote, me va a costar trabajo la formación porque no tengo formación”.

Y es como ingreso al seminario y entonces se va uno complementando con los estudios y espiritualidad. Y después me mandan de sacerdote a una comunidad rural que me tocó andar a caballo, por lo menos si se cumplió, como un año, eso de ser sacerdote de a caballo, recorriendo las comunidades para atender a los feligreses. 

¿Aquí en Nogales si se tiene esa comunidad de sacerdotes santos, de sacerdotes ejemplares?

Sí, hay sacerdotes entregados, mis respetos, debo decir que para mí un gran testimonio de los sacerdotes los que encontré aquí; cuando yo llegué hubo una gran respeto hacia un servidor, todas las iniciativas ellos las apoyan.

Y las asociaciones de laicos en la sociedad, ¿Están funcionando?

Bueno, los distintos movimientos que existen, que ya vienen caminando desde hace mucho tiempo sí se han integrado bien y son movimientos muy fuertes; por ejemplo, encuentros matrimoniales, en torno a la familia tenemos dos movimientos muy fuertes, encuentro matrimonial mundial y luego Movimiento Familiar Cristiano que ellos tratan de involucrar a familias para difundir estos valores en la familia y después de ahí a la sociedad porque la sociedad se compone de la célula primaria que es la familia y otros movimientos juveniles que hay varios aquí, nuevos para mí, al fin de cuentas sus carismas van a lo mismo, la misión que tienen, su apostolado es promover al joven, con distintos nombres, que Arcoíris, etc. 

Y luego tenemos los cursillistas es un movimiento que viene de muy atrás y donde se tiene la experiencia de un retiro fuerte de tres días donde tienen su proceso de encuentro con Cristo y su conversión y luego vienen a la misión, salen como grandes testigos a evangelizar y eso es muy bonito y así hay otros movimientos que están de parte de la Iglesia, las esposas cristianas, hay poco de la adoración nocturna, pero sí también hay grandes comunidades hay que seguir impulsando estos movimientos, pero todo esto tiene que estar coordinado dentro de un proceso para que no sean cosas aisladas sino de un proceso diocesano.

Y ya que menciona a la juventud, hay mucha perdición en Nogales ¿Es rescatable la juventud en Nogales?

Claro que sí, es que los jóvenes son nobles, tienen una gran riqueza, yo tuve la oportunidad de trabajar en la Universidad Católica de Guadalajara como vicerrector dos años y me di cuenta de toda la riqueza de los jóvenes, el problema es que los estigmatizamos y decimos que el joven es inmediatista, que es de una mentalidad frágil, no sé cuánto les adjudicamos y no es así. 

Hay que aprender de los jóvenes que nos piden a los mayores coherencia, rectitud, responsabilidad; todo joven tiene muchos valores que ofrecer, nomás hay que darle la oportunidad y también ubicarnos los mayores porque ellos ya vienen con un lenguaje diferente, ¿qué nos cuesta entender su lenguaje, entender su inquietudes? Y por lo tanto cuando nosotros proponemos un discurso no nos entienden y tampoco los entendemos a ellos. Entonces hay que buscar los caminos de unión.

Como el joven si le presentamos proyectos de trabajo de atención, voluntariado de generosidad, el joven está atento y dispuesto. Si yo invito a unos jóvenes a que les dé yo un sermón, pues no vienen porque ya no quieren sermones, pero si los invito para que traigan un proyecto de ir a visitar la cárcel o de ir a visitar los enfermos “ayúdenme a visitarlos”, contentos lo hacen.

Estamos en una frontera llena de problemas y de pecados, ¿Es pecado ser narco?

Pues es ya responsabilidad de cada uno, sabemos que tenemos que ser rectos en la vida y cuando ya nos salimos del camino recto, el camino equivocado pues nuestra propia conciencia nos dice que no es correcto, eso está muy claro en los mandamientos.

¿QUIÉN EL OBISPO DE LA DIÓCESIS DE NOGALES?

El papa Francisco erigió la nueva diócesis de Nogales y nombró como su primer obispo a monseñor José Leopoldo González González, quien era obispo auxiliar de Guadalajara. 

El nuevo obispo de Nogales nació el 7 de febrero de 1955 en Cañadas de Obregón, diócesis de San Juan de los Lagos. Obtuvo el título en teología moral. 

Fue ordenado sacerdote el 27 de mayo de 1984, tras lo cual ha desarrollado sus actividades pastorales en parroquias, en el ámbito educativo universitario y en el seminario. 

Ha sido secretario ejecutivo de la comisión doctrinal de la Conferencia Episcopal Mexicana. Desde 1993 al 2000 trabajó en el Pontificio Consejo de la Justicia y de la Paz, en Roma. El 15 de noviembre de 2005 fue nombrado obispo titular de Tuburnica y auxiliar de Guadalajara y recibió la ordenación episcopal el 25 de enero de 2006. 

En la Conferencia Episcopal fue elegido para el trienio 2006-2009, secretario general y, para el actual trienio 2012-2015, presidente de la comisión para la pastoral Social. Entre 2009-2011 fue secretario general de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM). 

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