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Olor a Dinero | Javier Villarreal y el petate del muerto

Las instituciones en contra de las cuales ha despotricado son todo lo que ha dicho y más. Sólo que su amenaza y la presunta acción paralizante, en el remoto caso de que la realizara, sería en un entorno en el cual el ‘horno no está para bollos’

Por Feliciano J. Espriella

El pasado domingo Javier Villarreal Gámez amenazó con paralizar más de dos mil empresas en las que tiene presencia la CTM, las que le quedan, para ser más precisos.

El argumento, pretexto, móvil, objetivo, fin o como le quieran llamar, es que finalmente, después de mangonear la otrora poderosa central obrera desde mayo de 2010, le cayó el veinte y se percató de que Infonavit, Seguro Social y Fonacot, son poco menos que la carabina de Ambrosio y le sirven a sus agremiados para ‘quítame esas pajas’.

No cabe duda que Javier es, como una gran cantidad de políticos mexicanos, un ser pensante de muy lento aprendizaje, mucho muy lento ¿O será sólo reactivo y no pensante? Porque viéndolo bien, aunque con enorme lentitud, dichas instituciones creadas para atender a la clase obrera, han ido paulatinamente mejorando, y aunque con muchas deficiencias, hoy están menos pior que cuando las regenteaba y explotaba el partido del que Javier Villarreal ha mamado toda su vida. O séase el PRI.

Pero más allá de que Javier sea reactivo o pensante muy moderado, me parece que esta vez no se midió y echó una balandronada que no podrá sostener, so pena de acabar con su bocabajeada institución y su poco (si es que le queda algo), prestigio personal.

Creo que quiere, como dicen en el pueblo, asustar con el petate del muerto.

Si lo que pretende es atraer reflectores, ya lo logró. Después de varias semanas y meses en los que no lo mencionaban ni en los velorios, las declaraciones del domingo del dirigente obrero fueron comentadas por más de una decena de editorialistas sonorenses el pasado lunes; además, la nota respectiva se publicó en varios medios impresos y electrónicos.

Tiene actualmente, después de un buen rato de ostracismo, sus 15 minutos de gloria. Eso gusta, agrada, acaricia el ego y para los políticos, la lisonja, así como los reflectores de las marquesinas son como las drogas para los adictos o el alcohol para los dipsómanos. Algo así como música celestial.

Y no es que le falte razón a Don Javier, las instituciones en contra de las cuales ha despotricado son todo lo que ha dicho y más. Sólo que su amenaza y la presunta acción paralizante, en el remoto caso de que la realizara, sería en un entorno en el cual el ‘horno no está para bollos’.

Por otra parte, dirige sus acciones en contra de quienes no tienen ninguna vela en el entierro, los empresarios; afectará además la buena imagen en el tema laboral que tiene actualmente el estado y parafraseando a un celebérrimo gobernador de triste memoria, me atrevería a decir que eso no es propio de sonorenses bien nacidos.

Entonces, ¿qué se traerá Javiercito? ¿Será una vendetta personal contra la gobernadora Claudia Pavlovich ante la evidente mala relación que tiene con el Gobierno del Estado? ¿Quiere hacer ruido para evitar que Napito Gómez Urrutia le siga comiendo el mandado?

Ahora bien, si lo que pretende es clavarle el último clavo al ataúd de la CTM Sonora, lo está haciendo muy bien. Pero eso de que lo hace por los trabajadores… que se lo crea su abuela.

Campa Lastra con los madrugadores

Hace un par de semanas el plural grupo de Los madrugadores tuvo como invitado de su reunión-desayuno a Luis Alberto Campa Lastra, comisario de Seguridad Pública Municipal.

Hizo una extensa exposición de cómo está en estos momentos el departamento de Policía Municipal de Hermosillo, las acciones que se han venido realizando, así como los proyectos para eficientar la corporación.

Evidentemente conoce al dedillo los pormenores de la operación y específicamente la problemática de la corporación, lo cual no es de extrañar, habida cuenta de que ya había anteriormente desempeñado el cargo durante el trienio de María Dolores del Río.

Habló largo y tendido, y sin (como presumen hacerlo muchos comunicadores) pelos en la lengua. Reconoce abiertamente que uno de los mayores obstáculos para mejorar sustancialmente los resultados como lo espera la ciudadanía, se encuentra en las mismas filas de sus subordinados. No utilizó ese término, pero evidentemente se refería a la corrupción.

Al finalizar hizo una predicción que en lo personal la ubico más bien en el terreno de lo inalcanzable: que Hermosillo será la ciudad más segura del país. No dijo que se ubicará en el top de las primeras 10, o entre las primeras cinco, vamos ni siquiera ente las primeras tres. No, dijo la más segura del país.

Lo anterior puede sonar positivo. Indudablemente que tener metas altas ayuda a mejorar resultados, pero tener metas irrealizables puede ser frustrante y lesiona la credibilidad de quienes las ostentan.

En lo personal creo que está cumpliendo con su cometido y ahí la lleva. Puede mejorar, y empezando por la alcaldesa Célida López Cárdenas, todos los hermosillenses esperamos que lo haga.

Suerte.

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.