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La Güera Rodríguez

Esta hermosa mujer fue hábil política. Extremadamente inteligente. Gracias a su intervención se consumó la Independencia de México

Por Enrique “Kiki” Vega Galindo.

Para la inmensa mayoría de los mexicanos, el nombre de Doña María Ignacia Rodríguez de Velasco, no les dice nada y el mote de “La Güera Rodríguez” suena a leyenda. Esta hermosa mujer es sin duda alguna la heroína más importante de la Guerra de Independencia, muy por encima en todos los aspectos que Doña Josefa Ortiz de Domínguez y Doña Leona Vicario. Su pecado fue unirse al ala izquierdista en México, borrada de la historia oficial por los historiadores, por haberse unido a la Conspiración de la Profesa en 1820, y por haber ayudado a que Iturbide consumara la Guerra de Independencia Mexicana.

Nuestra historia oficial mexicana nos ha enseñado desde niños quiénes fueron los Héroes de la Independencia, pero solo mencionan a los que apoyaban al gobierno de derecha, a los conservadores. Llevando hasta los extremos a poner en alto pedestal a Doña Leona Vicario, personaje en torno al cual los literatos y escritores oficiales financiados por el Gobierno Mexicano, escribieron, fábulas, cuentos y novelas.

Colocando a Doña Leona Vicario como el símbolo máximo del feminismo mexicano, y mujer enamorada de Don Andrés Quintana Roo, mal escritor, periodista, estrecho amigo de José María Morelos y Pavón, pero de hecho vio la guerra de lejos. Quintana Roo era hijo de una familia burguesa a quien le convenía llevar una “amistad” con el grupo insurgente a quienes apoyó económicamente con una fuerte suma de dinero, para al finalizar la guerra verse financiados política y económicamente hablando. En 1821, la Familia Quintana Roo le exigió al Gobierno Mexicano lo indemnizara con los gastos de guerra, y aquí fue donde apareció en el escenario político la imagen de Dona Leona Vicario, quien movió sus influencias, y al final de cuentas obtuvo dinero, honores y latifundios. Adueñándose en su totalidad del Estado de Hidalgo, conocido por aquéllos lejanos años como: “Cuenca de Apan”, una región pulquera.

En lo referente a Doña Josefa Ortiz de Domínguez, La Corregidora de Querétaro, quien alertó con sus taconazos al Alcalde Pérez, para que diera aviso a Ignacio Allende, de quien se sabe eran amantes, y dejaron afuera de la pelea por un lugar en la historia de la Guerra de Independencia al esposo de Doña Josefa, quien era Miguel Domínguez, personaje que al final de cuentas fue el mejor beneficiado de la guerra, ya que era un masón, y conspiraba en contra de Agustín de Iturbide, y los fundadores de la República Federal de 1824, convirtiéndose en un gran terrateniente y en el Primer Ministro Presidente Supremo de la Corte Justicia.

La Güera Rodríguez sufría de trastornos psicológicos que la convirtieron en una perversa mujer prostituta. A sus 16 años era la mujer más hermosa de la alta sociedad de la Ciudad de México. Adicta al sexo, pero solo con hombres de la alta sociedad. Fue una mujer culta, educada, fina, hija de una familia aristócrata, y poseedora de una gran riqueza económica. La Güera, era mujer del pueblo, todo el mundo la quería, se daba a querer, los pobres la adoraban, porque era buena benefactora en términos generales de la palabra. Les quitaba dinero a los ricos y se los repartía a los pobres.

Se casó tres veces y tuvo cuatro hijos. Entre sus amantes se encuentran: Simón Bolívar, Alexander Von Humboldt, y Agustín de Iturbide. La Güera era una mujer independiente y liberada. Primera defensora de los Derechos de la Mujer. Nunca buscó fama, ni como Leona Vicario que luchó para que le devolvieran su dinero, La Güera, apoyó económicamente a Miguel Hidalgo y Costilla, anduvo en la Guerra de Independencia. Al finalizar la guerra se refugió en el Convento de la Tercera Orden de San Francisco, dedicada a la devoción y las obras de caridad. De Don Miguel Hidalgo los ultraderechistas del gobierno mexicano han escrito infinidad de calumnias y barbaridades, para desprestigiar su imagen pública e histórica.

La Güera Rodríguez junto con Miguel Hidalgo y José María Morelos, formaron la Orden de: “Los Guadalupes”. A la muerte de Hidalgo y Morelos, La Güera Rodríguez retomó los principios liberales de estos personajes y los hizo patentes en la Conspiración de la Profesa, para que se cumplieran los tratados de Valladolid y Querétaro. Destruida la rebelión insurgente dichos documentos fueron quemados. Vicente Guerrero huyó a esconderse, en la selva. La Güera Rodríguez defendió los principios independentistas, pero fue ignorada. Regresando la clase conservadora a tomar el poder, pero enarbolando la bandera de la Independencia Mexicana. Sin embargo esta valiente mujer curiosamente no tiene monumentos, ni calles, ni escuelas, ni plazas, su nombre no está escrito con letras doradas en el Salón de Sesiones del Congreso.

Agustín de Iturbide entró a la Ciudad de México el 27 de Septiembre de 1821, encabezando el Ejercito Trigarante. La Columna Militar pasó por enfrente de su casa. Se detuvo, su amante, su ejército, la saludaron con respeto, reconociéndola como su Generala.

La Güera Rodríguez, nació el 20 de noviembre de 1778, es una hija de la Colonia y murió en los primeros años del México Independiente. Su nombre completo fue: María Ignacia Javiera Rafaela Agustina Feliciana Rodríguez de Velasco Osorio Barba Jiménez Bello de Pereyra de Córdova Salas Solano y Garfias. Vivió en la Tercera Calle de San Francisco, hoy Madero, en el Centro Histórico. La Güera Rodríguez, conocida como: El Águila de la Alcoba. Fue una mujer intrigosa. Hábil política. Extremadamente inteligente. Gracias a su intervención se consumó la Independencia de México.

Desde 1808 saltó al escenario político, cuando estaba en el poder el Virrey José de Iturrigaray. A quien La Güera nombro: José I, Rey de México. Pero Iturrigaray fue depuesto por los españoles tradicionalistas, encabezados por Gabriel de Yermo. La Güera, desde ese momento empezó su lucha por la Independencia de México. En 1811, fue detenida y llevada a juicio por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. La Güera Rodríguez, salió librada. En su casa se celebraban unas fiestas llamadas: saraos. Que eran convivios que se realizaban todas las tardes, para comer bocadillos, nieve, raspados, pasteles, tomar vino, escuchar música. A esas reuniones asistía un señor de apellido: Del Castillo, quien era gran amigo de Miguel Hidalgo, y era el encargado de llevarle noticas del movimiento independentista. Por este hecho de conspiración fue acusada. Pero nadie le puso un dedo encima. Inmediatamente la liberaron. En ese juicio, La Güera Rodríguez les sacó a relucir sus trapitos al sol al Santo Oficio, y a Los Inquisidores. Los acusó de corruptos, abusadores del poder político, despilfarradores, pedófilos, sus aventuras amorosas con hombres y mujeres. Les tendió una cobija. La dejaron ir.

María Ignacia, gracias a su dinero y poder político llevó al último caudillo insurgente Agustín de Iturbide a convertirlo de Coronel en Jefe General del Ejercito Realista. Esposo de Ana Huarte, pero amante de La Güera. Iturbide quiso acabar con Vicente Guerrero, pero La Güera Rodríguez le dijo que era imposible derrotar a Guerrero, por lo cual le pidió se unieran e hicieran una alianza. La Güera Rodríguez participó en la elaboración del Plan de Iguala y los Tratados de Córdova. Destituyeron de su cargo a Fernando VII, y nombraron como Emperador de México a Agustín de Iturbide. Hasta este momento ninguna mujer en la historia de México ha tenido tanto poder político, ni capacidad de decisión como la Güera Rodríguez.

El Gobierno de Agustín de Iturbide, fue un verdadero desastre en términos generales, solo duro 10 meses, huyendo a refugiarse a Europa. La Güera Rodríguez se sintió defraudada. Se casó con un rico comerciante chileno. Se refugió en sus aposentos. Se retiró de la vida política. En 1833, llegó a México el Primer Embajador de España, y su esposa de nombre: Frances Erskine Inglis, conocida como la Marquesa Calderón de la Barca. Llevó una estrecha amistad con María Ignacia, cuando tenía 55 años de edad. Quien le narro su vida dentro de la Guerra de Independencia. Esta escritora describe la vida de La Güera Rodríguez diciendo: “…Es una mujer chispeante, fuente inagotable de información sobre la vida social, política y económica de México…”. Vivió más de 70 años. Sufrió de artritis crónica. Quedó paralitica. Desde su balcón, sentada en su silla de ruedas veía diariamente el México por el cual tanto luchó.

 

El Autor es: Sociólogo, Historiador, Escritor e Investigador.

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