Vórtice

López Obrador, enemigo de la libre empresa

Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Resulta inexplicable como cancela proyectos primordiales para la economía como el NAIM y la planta cervecera de Mexicali y promueve torpes proyectos faraónicos, elefantes blancos, como la refinería de Dos Bocas, sin viabilidad financiera

Por Dr. Jorge Ballesteros

Una gran ignorancia y desprecio de la ley de parte del presidente López Obrador, así como una visión jacobina y caduca, que se quedó anclado en los años 60, en la era de Echeverría, en el estatismo comunista, enemigo de la libre empresa, es lo que lo llevó a cancelar la construcción de la planta cervecera Constellation Brands de Mexicali.

Canceló el proyecto de Constellation Brands con el pretexto del agua, y cuando se mostró que no era el agua, el Presidente cambió su discurso a que “había corrupción”, entonces al puro estilo populista y demagogo, “consultó al pueblo bueno y sabio” para que decidiera si tumbaba esta inversión o la dejaba.

“Consulta popular” en Mexicali por el proyecto de inversión de la empresa Constellation Brands.

Por medio de una consulta espuria, ilegal, plagada de irregularidades y de acarreados, que en medio de la urgencia sanitaria por la epidemia de coronavirus, López Obrador sacó a miles de personas de sus casas para que votaran, pasando sobre la prohibición de un juez federal, para que no se expusiera a la población. De un total de un padrón de casi 800,000 votantes, fueron a las urnas menos del 4%.

A nadie debe sorprender estas acciones demenciales de López en contra de la libre empresa en México, ya desde que era candidato, amenazó con cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM).

El 29 de octubre del 2018 el entonces presidente electo anunció que la obra de casi 300,000 millones de pesos se cancelaría, pues “así lo había decidido el pueblo” en una consulta informal, plagada también de irregularidades y acarreados, con tacos de votos, las mismas personas votaban varias veces, las mesas de votación estuvieron controladas por la gente de Morena, quienes también contaron los votos.

Las mismas consultas “populares” que realizaba el dictador Maduro en Venezuela,  Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y todos los sátrapas comunistas de nuestra región.

No cabe duda que el peje ha sido una cabra enloquecida para nuestra economía y para la inversión tanto nacional como internacional. Se tuvo que recomprar parte de la deuda contraída para la construcción del NAIM y tras meses de negociación, el 28 de agosto se finiquitaron los contratos de la obra. La cancelación costó 71,000 millones de pesos.

El plan alternativo al nuevo aeropuerto fue la ampliación de la base militar de Santa Lucía presentado por Morena a finales de 2015, que es inviable aeronáuticamente debido a una interferencia en el flujo de aviones que haría las operaciones inseguras e incluso restaría capacidad, como denunció el director internacional de MITRE, Bernardo Lisker.

Ampliar la capacidad operativa del AICM no es posible y el Plan alternativo traería espacio aéreo congestionado, demoras y problemas operacionales. Sin embargo López desechó las advertencias de los expertos y anunció que las obras de ampliación del aeropuerto de Santa Lucía la llevarían a cabo los militares.

La construcción del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía (AISL) tendrá un costo total de 172 mil millones de pesos, según informó el gobierno federal, cifra que está por encima de los 168 mil 880 millones que se proyectaron para el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en 2014 y que se ubicaría en Texcoco.

Los datos duros evidencian que, en promedio, el desempeño de la economía ha sido de nulo crecimiento desde que tomó el poder AMLO, cero crecimientos de nuestra economía, según los datos del INEGI, lo que corresponde a una lectura de “estancamiento”, matiza el Banco de México.

El presidente con funcionarios de SEDENA recorriendo la Base Aérea de Santa Lucía.

Su gobierno en el área económica se ha caracterizado por una serie, de torpezas y desatinos, tonteras y caprichos, que están llevando al país a la ruina económica, producto de su enorme ignorancia en estos temas, así como en el pésimo manejo de la administración pública.

Resulta inexplicable como este orate de presidente, cancela proyectos primordiales para la economía como el NAIM y la Planta cervecera Constellation Brands y promueve torpes proyectos faraónicos, verdaderos elefantes blancos, como la refinería de Dos Bocas, sin viabilidad financiera, que no ayudará a mejorar la situación de Petróleos Mexicanos (Pemex) y que no es compatible con la política de austeridad del gobierno federal.

A pesar de que el IMCO le ha advertido que la Refinería de Dos Bocas solo tiene 2% de probabilidad de éxito. De acuerdo con el organismo, el análisis concluye que en 98 por ciento de los escenarios el proyecto de inversión en la refinería Dos Bocas generaría más costos que beneficios, es decir, “destruye valor para Pemex” y que una decisión como esta podría generar una crisis de las finanzas públicas para el país, López Obrador, con una terquedad, rayana en la demencia se empeña en este capricho.

“El tren maya: la otra tontería”, como titula uno de sus artículos Leo Zuckermann, en Excélsior. Una obra más, sin ninguna utilidad para México, grandes costos, pérdidas y daño ecológico para la zona Maya, un capricho de una mente desequilibrada.

El IMCO realizó un ejercicio muy interesante. Con base en un estudio de costos de construcción promedios, proyecta un estimado de cuánto costará el Tren Maya: entre 460 mil millones de pesos y un billón 533 mil millones, es decir, entre cuatro y diez veces más de lo que hoy estima el gobierno (de 120 a 150 mil millones).

Eso en cuanto a costos de capital. Pero también hay que tomar en cuenta los de operación. Una de las variables claves para que un tren sea rentable es que se encuentre en lugares de alta densidad poblacional, es decir, zonas con muchos clientes potenciales. Campeche, Yucatán y Quintana-Roo se encuentran, sin embargo, entre las 16 entidades con menor densidad poblacional del país.

Hay que sumar una serie de preocupaciones ambientales, una variable que hoy en día no puede soslayarse. De acuerdo con el trazo anunciado, el Tren Maya atravesaría por 49 zonas arqueológicas bajo resguardo del INAH, 15 áreas naturales federales, 20 estatales, 24 humedales y 24 áreas destinadas voluntariamente a la conservación.

La gente empieza a darse cuenta que fue engañada, que votó por un demagogo, un agitador que solo sabe destruir, una persona resentida e incapaz, títere del Foro de Sao Pablo que quiere instaurar una dictadura comunista en México y transformarlo en la Venezuela del Norte.

El pasado viernes 27 de marzo aparece un desplegado en el que alrededor de mil quinientas personas, respaldaron con firmas una carta a López Obrador, en que lo acusan de violar la ley que se comprometió a cumplir al cancelar la Planta Cervecera de Constellation Brands, que hizo que Mexicali perdiera mil 400 millones de dólares de inversión más 200 millones de dólares anuales de proveeduría.

Esta carta también lo acusa de violentar el estado de derecho y le pide que recapacite sobre sus acciones o de lo contrario dimita (renuncie) del poder que ejerce de una manera lineal.

La señal que manda México al extranjero, es que aquí no se respeta la ley y que no existe garantía alguna para quienes busquen invertir, generar empleos y desarrollo en nuestro país.

El daño generado al futuro de nuestra economía es incalculable, denunció el Consejo Coordinador Empresarial.

A través de un comunicado, el CCE declaró que la consulta “violenta la legalidad y el Estado de Derecho; daña a la comunidad y a los trabajadores; y es una pésima señal hacia la sociedad y el mundo de que las reglas democráticas no se respetan en México”.

La agrupación empresarial argumentó que la empresa había cumplido con todos y cada uno de los permisos y obligaciones que el Estado le solicitó, por lo que no existe ninguna razón que justifique la cancelación de la obra ni la inversión.

Justo en este momento se decide cancelar la inversión privada más grande de todo el sexenio, es una locura porque va a hacer que todos los inversionistas tengan que pensar mejor su presencia en México.