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Mejora tu autoestima

Evaluar correctamente nuestra conducta exterior e interior nos dará la verdad sobre nosotros mismos

Por Guadalupe Rojo

No son pocas las personas que piensan que tener autoestima es quererse a uno mismo, sienten que si no te quieres a ti mismo tienes baja autoestima.

Este concepto está lejos de la realidad, pues la autoestima es la evaluación correcta de nuestros logros y nuestros defectos personales, es algo muy relacionado con la verdad, pues podríamos tener un concepto muy elevado de nosotros mismos y no habernos evaluado con verdad, o por el contrario sentir que no estamos a la altura de lo que deseamos obtener para tener una personalidad plena y realmente estar por encima de los estándares esperados.

Es importante tener una buena autoestima de nosotros mismos para poder caminar de manera constante por el camino de la lucha para superar los problemas de carácter y haciendo los ejercicios de la voluntad que nos permitan ir adquiriendo las virtudes que enriquezcan la personalidad y logren la plenitud de la madurez.

Aunque se tiende a hablar de alta o baja autoestima, lo correcto será tener una autoestima correcta, que nos dé imagen verdadera de nosotros mismos. Ni más ni menos, pues solo de la verdad se puede partir para conseguir avanzar por el camino de la perfección, aunque hay que aclarar que nunca terminaremos de recorrer este camino, incluso muchas veces se puede retroceder un poco para luego ir de nuevo hacia adelante con el entusiasmo de que todos los días podemos aprender y que las diferentes circunstancias de la vida, lejos de agriarnos, por el contrario nos dotarán de una riqueza interior mayor que comprende a todos, que quiere a todos, y que ensancha cada vez más su capacidad de amor.

¿Cómo podemos mejorar nuestra autoestima?

Hemos dicho que evaluar correctamente nuestra conducta exterior e interior nos dará la verdad sobre nosotros mismos, así que podemos analizarnos en un doble sentido.

Primero podemos ver con qué contamos; muchas personas son de manera natural inclinadas a la paz, otras al trabajo, o hay un talento especial para la literatura, el canto, el deporte, etcétera.

Esta información es el punto de partida para hacer un plan de desarrollo personal, pues de nada sirve tener talentos si no los usamos, los talentos nos han sido entregados para trabajarlos y ponerlos al servicio de los demás. Cuando enterramos nuestros talentos, sobreviene un vacío que aunque se intente llenar con diversiones o placeres, no se logra satisfacer. La vida es plena cuando se llena de trabajo y servicio que a pesar de hacerlo de forma desinteresada, no dejan de conseguir el amor y el afecto de los que nos rodean.

Es muy importante aclarar que nada material puede entrar en el campo de la autoestima, pues esta tiene qué ver con el ser y no con el tener. Los bienes materiales tienen caducidad, en cambio las virtudes, los conocimientos adquiridos, la experiencia de la vida, y el desarrollo de los talentos es lo que nos hace lograr la plenitud de la personalidad, la alegría y el sentido de vivir.

¿Qué le resta valor a nuestra autoestima?

Permanecer en un estado estático, en el que solo buscamos la comodidad y el no sufrimiento, debilita nuestra voluntad, nos hace caer en el engaño de que solo merecemos lo mejor, y como no hay logros personales, ni lucha ni virtudes, es fácil fundar nuestra seguridad personal en las cosas materiales.

Poco a poco nos vamos convirtiendo en unas víctimas eternas, que entristecemos porque no somos el centro de atención, porque no se nos llena de mimos y cada vez nos olvidamos más de que el servicio y el trabajo por los demás es valioso para el buen funcionamiento de nuestras vidas y de la sociedad, pues la sociedad no funciona si cada individuo no realiza la función que le corresponde con esmero y con alegría.

Es necesario hacer también un inventario de nuestros problemas de carácter como por el ejemplo identificar si soy propenso a la ira, o a la pereza, para trazar un camino de crecimiento, metas sencillas pero graduales que me ayuden a descubrir la felicidad y el sentido del servicio.

La buena autoestima es tener un concepto de verdad sobre nosotros mismos, orientado hacia el desarrollo de las virtudes.

Busca incansablemente la verdad.