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Moralidad profesional, tema desde el principio de los tiempos

“Dad a un hombre todas las dotes del espíritu y las del carácter, haced que todo lo haya visto, aprendido y retenido, que haya trabajado durante treinta años de vida, que sea un literato, un crítico, un moralista, que tenga la experiencia de un viejo y la inefable memoria de un niño, y tal vez con todo esto forméis un abogado completo”: Ciuratti, Arte Forense.

Por Héctor Rodríguez Espinoza.

 I. – Doctor —me pide el Lic. Héctor Contreras Pérez, presidente de la Barra Sonorense de Abogados A. C., Colegio—, ¿le encargo un texto breve sobre la ética de los profesionistas? No sólo de abogados, DE TODAS las profesiones.

Héctor fue mi ex alumno en los primeros cursos de titulación a mediados de los 70s. Los egresados los plantearon para sustituir la tradicional tesis y exámenes profesionales que tanto estresaron a las primeras 22 generaciones, en las que hubo casos de reprobación, con tragedias familiares. Pero la proverbial presión de los egresados y la ¿derrota, conveniencia? (confieso) de los directores, los tuvimos que ofrecer.

III. MI CASO: Como egresado en 1966, el Dr. Carlos Arellano García me encomendó el tema El Contrato de Trabajo en el Campo y me dictó el índice. Participamos como ponentes (yo alumno) en la Asamblea Nacional de la Academia Mexicana del Derecho del Trabajo y Previsión Social en nuestra Alma Mater en 1964.

Transcurridos dos años del pendiente que no deja dormir, viendo la titulación de los primeros de mi generación 1961-1966 y la amenaza reglamentaria de repetir el 5° año, abandoné un lucrativo litigio mercantil en el ubérrimo valle del Yaqui. Me encerré “a piedra y lodo” en casa y en la biblioteca del Museo y biblioteca, para redactarla. Con los siete votos decidí no hacerla en mimeógrafo o en Tesis Reséndiz del DF, que manejaba Francisco “Panchito” de la Torre. Contraté a la Imprenta Loera, con visitas diarias, todavía manejaba las placas de plomo en que se colocaba la narrativa ¡letra por letra y espacios! Pruebas de galera, de plana hasta la impresión. Fue la primera en su tipo en la Universidad. La fecha del examen en el aula magna de la Preparatoria. El insomnio de la noche anterior, vueltas y vueltas en la cama, hasta que la sabiduría popular de mi madre lo resolvió: un vaso de whisky con leche caliente. Quedé súpito.

Los cuestionamientos del jurado Miguel Ríos Aguilera, Miguel Ángel Cortés Ibarra, Francisco Ross Gámez, Enrique Palafox Reyna y Óscar Téllez Ulloa. Aprobado por unanimidad y la tradicional fiesta en casa, con mariachi y toda la cosa.        

IV. EXPERIENCIA. Ya como catedrático y director, participé en más de 100 revisiones de tesis y exámenes, muchas relevantes y dignas de divulgación. De memoria recuerdo —disculpas por omisiones—, antes de mí: Agustín Pérez Carrillo, Teoría del acto jurídico; Francisco Acuña Griego, Libramiento de cheques sin fondo; Luis Ruiz Vásquez, Registro Civil; Sergio Jiménez (Sacerdote), Derecho Mercantil; Beatriz E. Montijo, Josefina Pérez Contreras, Carlos Armando Biebrich Torres, Rubén Díaz Vega, Lamberto Morera Mézquita, Gilberto Valenzuela Duarte.

Después de mí: Alán Sotelo Cruz, primera sobre Filosofía del Derecho; Óscar López Vucovich, Constituyente Permanente; Luis V. Escalante, Reglamento Interior de Trabajo; Sergio Hernández Morales, Seguro Social; Adolfo Hernández Muñoz, El criminalista y el homicida en Sonora; Jesús Dosamantes Terán, Hipoteca alemana; Mariano Carreño Carlón, Seguridad Social; Ma. Teresa González Saavedra, Pedagogía del Derecho; Jorge Pesqueira Leal, Condena penal indeterminada; Jesús Torres Gallegos, Derecho Constitucional; José de Jesús Navarrete Aragón, Transplante de órganos; Luis Edmundo Navarro Tinoflores, Marxismo; Alberto Castro Salido, Derecho del Trabajo; la primera en equipo de Javier Mejía Cisneros y Joel Arnaut Estardante, Derecho Civil; Jorge Luis Ibarra Mendívil, Derecho Agrario; Guillermo Molina Elías, Garantías Individuales; Alma Delia Reyna, Cooperativas; Héctor Guillermo Campbell, D. Civil; Leonel Bustamante Bacame, Ejecución de las sentencias mercantiles, María Elena Gálvez Esparza, D. Internacional Privado, Armando Andrade, Suplencia de la queja laboral; Mary Castellanos, Capacitación y adiestramiento laboral, Rafael Acuña Griego, Miguel Ángel Soto Lamadrid, Manuel Mungaray Peralta, Gonzalo Yescas Ferrat, Carlos Calleja y tantos y tantos que honran a nuestra Institución. Cientos de ellas están, como tesoro en extinción y catalogadas, en la magnífica biblioteca del Departamento. 

La Casa de la Cultura Jurídica tiene el acervo de las mejores tesis de la UNAM, Escuela Libre de Derecho, Universidad Iberoamericana, el CIDE, bibliografía recomendable para tesistas de grado y posgrado que aún queden.        

V. Tiempos traen tiempos. Un rector, Dr. Enrique Fernando Velásquez Contreras, serio, respetable y responsable. El Mtro. Héctor Gmo. Campbell, jefe del departamento nuevo liderazgo. Ideal mezcla de veteranos jubilables, con jóvenes posgraduados. Los muchachos se titulan en automático por alto promedio, con exámenes EGEL (examen general de egreso), EXIPA sobre Juicios Orales y diplomados de 120 horas. Nadie escribe tesis y presenta ese examen recepcional en los que uno, con seriedad, demostraba la capacidad de investigación bibliográfica monotemática, redacción científica, su defensa ante un jurado. Había riesgos de plagios. Carlos Fuentes decía que la Literatura es un plagio universal.

Hay excepciones. La última en que participé fue la del Doctor y Máster en Derecho Parlamentario, Universidad Complutense de Madrid, Mauro Arturo Rivera León. Primer caso como coautor de un libro.

MUCHO OJO: Maestrías y doctorados DE EXCELENCIA exigen tesis para ingresar y titularse.   

Pertenecemos a la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Derecho ANFADE. El jueves 28 concluyeron los trabajos relacionados a la segunda re acreditación de nuestro Departamento, el viernes la firma de documentos y a esperar el dictamen, que se presume favorable.

VI. Después Héctor fue Primer Visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que fundamos en 1992, bajo la presidencia del abogado y ex maestro de Garantías Individuales por 30 años, José Antonio García Ocampo. Los homólogos presidentes de la CNDH, Dres. Jorge Carpizo MacGregor y Jorge Madrazo Pintado.

Montó su despacho y sub procurador de Justicia en un tramo del sexenio del Gobernador Eduardo Bours. Regresó a su despacho y fue electo Presidente de la Barra, ha mantenido la positiva inercia de anteriores mesas directivas, destacando los procesos de Certificación Profesional que me tocó operar gracias a las bases sentadas por el Mtro. Andrés Miranda, fundación de delegaciones en Cananea, Puerto Peñasco y Cd. Obregón y la reciente y férrea defensa del gremio y de la división auténtica de poderes.

VII. Retomo el tema. Desde su petición me da vueltas la cabeza. ¿SOY QUIEN para expresar mi opinión sobre tópico tan antiguo cuan palpitantemente actual? Es una línea de investigación y docencia académica que comparto con mis alumnos y discípulos y colegas desde hace al menos 50 años.

Mi inquietud y preocupación se incubó —recuerdo— cuando, a poco tiempo de titulado, en el solariego porche de mi hogar, en el Vespertino Información leí de dos abogados acusados de falsedad en el Registro Civil. Con la mediación ministerial la parte acusadora fue satisfecha y se desistió. Guardo el recorte.

Publiqué un Ensayo antológico “Ética Profesional para Jueces y Abogados. Lecturas y Casos Escogidos”, para mis alumnos, textos clásicos de Sócrates, Aristóteles, Stefan Zweig, Eduardo J. Couture, Piero Calamandrei, Theodor Stenberg, Angel Ossorio y Gallardo, Eduardo García Máynez, Carlos Arellano García, Oscar Morineau, Manuel Ossorio y Florit, Ignacio Burgoa, Carlos Franco Sodi, Códigos de Ética. Es versión digital y se encuentra en amazon.com.mx. Lo impartí con éxito en la extinta Casa de la Cultura de Cd. Obregón.

Como hombre de carne y hueso, con virtudes, defectos y flaquezas, he tenido éxitos y reconocimientos, también pecados, inmoralidades y fracasos. ¿Quién, en la judicatura y abogacía, no tenemos “negativos”, en especial los jueces y litigantes de casos de alto riesgo e impacto? Más de 30 ejecutados impunemente en Sonora, documentados en años recientes.

Aprender a ignorar las ofensas es señal de talento (inteligencia para el bien) y de fuerza emocional. Lo importante ha sido cómo las he afrontado. El imprescindible plan B. Observación, sacrificio, perseverancia y pasión por ser mejor persona, alcanzar y compartir la felicidad.

VIII. Pero la orfandad de ética no es privativa del ejercicio judicial y forense. No. Se padece en todas y cada una de las profesiones, en la Medicina y su antigüo ¿e ignorado? Juramento Hipocrático, en Ingenierías, Notarías Públicas, Contabilidad y Administración pública y de Empresas, Medios de Comunicación y hasta en el sacerdocio. Es la triste y miserable condición humana nuestra.

Evoco la única oración atribuida a Jesús de Nazareth, el Padre Nuestro: “… no nos dejes caer en tentación…”. La tentación pasa no siete, sino setenta veces siete frente a cualquier profesional. Pero cuando pasa frente a los profesionales de la Política y sus socios, a su concepción y apropiación patrimonialista de la hacienda pública, sus consecuencias afectan al cuerpo nacional, a millones de personas. De costa a costa y de frontera a frontera. Por eso nuestro desangrado -económica y socialmente- país ocupa un vergonzoso 2.8 de calificación, escala del 0 (cero) al 10 (diez) en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional 2019.

¿El telón de fondo?, la madre de todas nuestras desgracias, la corrupción y la peor: su impunidad.

¿Mi contribución desde el confort académico?: mi tesis doctoral, solicitada por la Editorial Académica Española, Madrid, que circula en la Unión Europea: “El Combate Mundial contra la Corrupción y su impunidad. Necesidad de implementar la Convención de Mérida de Naciones Unidas 2003”.

Procuraré una edición americana, de alto valor pero de bajo costo, en el próximo año.