Olor a dinero | Combate a la corrupción, lo más destacable del primer año

Si bien no ha sido la regla, la caída de la economía en el primer año de gobierno de un presidente de la república mexicano, sí se ha presentado con mucha frecuencia.

El factor incertidumbre juega un papel muy importante

Por Feliciano J. Espriella

El próximo domingo se cumplirá el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, lo cual seguramente dará pie a miles de comentarios encontrados.

Muchos exaltarán al máximo lo que consideran sus aciertos, en tanto que muchos otros criticarán acremente lo que consideran sus yerros. Lo más curioso del asunto, es que la mayoría de las críticas y apologías se dan en torno a un mismo tema, lo cual es natural, dada la enorme polarización que ha provocado el tabasqueño.

Sin embargo, más allá de que si la cancelación del aeropuerto de Texcoco fue lo mejor para el país o una soberana tarugada, si la construcción del tren maya será benéfico o gasto inútil, si la refinería de Tres Bocas se debe o no construir, o si a los migrantes se les debe seguir dando vía libre para que circulen tranquilamente hacia “sueño americano”, en lo personal me parece que hay tres temas de vital importancia y que sobresalen por encima de toda la pejemanía y la pejefobia:

1. Inseguridad
2. Economía
3. Combate a la corrupción

Tendencia de asesinatos a la alza

Sobre la inseguridad, dada la complejidad del problema y que en lo personal opino que transcurrirá todavía un buen tiempo para empezar a ver resultados positivos, si es que los llega a haber, sólo comentaré que a un año de distancia el problema sigue cada vez peor.

En abono a los esfuerzos del presidente y su gabinete de seguridad, sólo puedo decir que están intentando soluciones diferentes. Coincido con ellos en el sentido de que seguir haciendo lo mismo que en los últimos doce años y que evidentemente no funcionó, sería jugar al juego del Tío Lolo.

Este año, será sin duda el de más homicidios dolosos de la historia, como también lo fueron el 2017 y 2018. La tendencia al incremento de muertes violentas ya venía y no la han podido frenar. Ello es incuestionable.

Sin embargo, tengo la convicción de que con José Antonio Meade o Ricardo Anaya como presidentes, el problema seguiría igual y con las mismas tendencias.

La caída del PIB

El pasado lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer una noticia que no causó sorpresa a la mayoría de la población, aunque tal vez al presidente, utilizando la jerga boxística, le ha de haber parecido como un gancho al hígado.

El Inegi informó que la economía mexicana sí estuvo en recesión técnica entre finales de 2018 y la primera mitad de 2019, al acumular tres trimestres con retrocesos. Se pronostica que el crecimiento para este año será nulo o posiblemente negativo.

Ahora bien, si nos asomamos a los antecedentes históricos, concluiremos que ello no es tan catastrófico como lo quieren pintar algunos sesudos analistas económicos. Si bien no ha sido la regla, la caída de la economía en el primer año de gobierno de un presidente de la república mexicano, sí se ha presentado con mucha frecuencia.

El factor incertidumbre juega un papel muy importante, pues los inversionistas suelen esperar algún tiempo antes de hacer inversiones en un nuevo gobierno, tal vez esperando a ver, como afirma la sabiduría popular, de qué color pinta el verde.

En 1983, primer año de Miguel de la Madrid como presidente, la producción cayó al -4.36%. En el 2001, primer año de Ernesto Zedillo, el PIB tuvo un comportamiento negativo y se desplomó hasta -6.29%. Vicente Fox también inició con el pie izquierdo y en su primer año la economía decreció a -3%. Con Calderón presidente la economía sí creció en el primer año el 3.3%, pero con menor dinamismo que el año anterior y en el 2009 se desplomó hasta el -6.5%.

Los parámetros positivos

Este escenario no es nada halagüeño, pero también hay una gran cantidad de factores muy promisorios que podrían enderezar el rumbo en el corto plazo y llevarnos a crecimientos verdaderamente importantes en el mediano plazo.

Entre ellos destaca el manejo sano y transparente de la economía, la fortaleza del peso, la inflación a la baja, el alza en las divisas provenientes de los paisanos, el incremento en la inversión extranjera y el drástico programa de austeridad que por primera vez en nuestra historia se está aplicando verdaderamente en todas las dependencias y organismos.

Adicionalmente, podemos agregar como uno de los factores que incidirán favorablemente sobre la economía en el mediano plazo, el alto al endeudamiento que llevaba tendencias sumamente peligrosas y que hipotecarían el país para las generaciones futuras.

Además esta semana tuvimos dos buenas noticias. Una fue la ratificación de la Línea de Crédito Flexible del Fondo Monetario Internacional hacia México a pesar de la declarativa de recesión y la otra fue el pacto que el pasado martes celebró el presidente con los más fuertes inversionistas del país, quienes ofrecieron realizar millonarias inversiones con montos fabulosos en los próximos años.

Combate a la corrupción

El tema del combate a la corrupción, que para mí y muchos compatriotas es la acción más importante que viene realizando el presidente López Obrador, requiere cuando menos del espacio completo de una columna, por lo tanto lo abordaré próximamente.

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.