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Proyecta AMLO pesimismo económico

A 90 días del nuevo Gobierno Federal, las expectativas son poco alentadoras para México y el Estado: Arturo Fernández, presidente de Coparmex Sonora

Por Gabriel Rigo Gutiérrez

A 90 días de que el presidente Andrés Manuel López Obrador arribó a Palacio Nacional sus decisiones en materia económica comienzan a tener efectos negativos en el plano nacional y local.

Para Arturo Fernández Diaz González, presidente de Coparmex Sonora Norte, medidas como la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, la guerra contra el “huachicol” sin una estrategia adecuada que la acompañe, el recorte presupuestal en proyectos de infraestructura a estados como Sonora, la inestabilidad laboral de múltiples entidades, entre otros factores, pudieran colocar a la economía del país en la antesala de una recesión económica.

El sector empresarial también ve con preocupación la polarización social creada por el discurso del ejecutivo, así como de varios actores políticos cercanos a él. Falta un discurso que construya e integre, no que divida y descalifique.

Fernández Díaz-González, también Consejero de Grupo GEMSO, recibió a “Primera Plana” en sus oficinas. Tablet en mano, expuso la situación desde una perspectiva económica mostrando datos, cifras y gráficas. A continuación, la entrevista:

El Presidente Nacional de COPARMEX, Gustavo de Hoyos, en un mensaje en sus redes se pronunciaba en contra de lo que define como la “Presidencia Imperial” ¿por qué consideran que López Obrador pudiera tomar ese camino que era característica de las viejas prácticas priistas?

Arturo Fernández, presidente de Coparmex Sonora Norte.

Hace días en el periódico Reforma se publicó la formación de un grupo de intelectuales, artistas, empresarios y políticos ente los que se incluyó a nuestro organismo, ante lo que nuestro presidente nacional, Gustavo de Hoyos W. hizo la aclaración, “Dialogamos con todos los actores económicos, políticos y sociales, pero no conformamos ningún grupo adversarial al gobierno o al presidente.”

El hecho de que haya una amplia coincidencia de ideales con otros actores u organizaciones no significa que formemos parte de un grupo. Coparmex es propositivo y colaborativo, pero no deja de señalar los temas de disidencia porque nos obliga el deber ser.

Sin embargo, hemos estado viendo con preocupación una polarización exagerada y absurda en el discurso del presidente. Se descalifica a aquellos que no coinciden con las posturas del Ejecutivo y se les tilda de conservadores o de obstáculos para el progreso. En esta crítica se ha incluido a la sociedad civil cuando esta ha sido instrumental en fortalecer la democracia, promover el bien común y el crecimiento económico.

En Coparmex sí creemos en un presidencialismo acotado, con profundo respeto por la soberanía de los diferentes niveles de gobierno y la separación de poderes.

Vemos con preocupación los intentos por desacreditar y disminuir las voces que representan los órganos autónomos y la sociedad civil en un afán por concentrar poder y control. Como parte de esta tendencia vemos como se ha reducido el presupuesto de órganos tan importantes como el INE y el INEGI.

Ahora, se habla de una relación de pesos y contrapesos en el ejercicio de poder, ¿por qué asumir este rol social, como Organismo?

Desde sus orígenes en 1929, Coparmex nació con el objetivo de representar al gremio empresarial y defender los principios y valores en los que cree, incluyendo el fortalecimiento de la democracia y el bien común. Esto lo lleva a ser un contrapeso por naturaleza, pero de ninguna manera una organización adversarial.

De la misma manera hacen contrapeso varias organizaciones de la sociedad civil. Hay que reconocer que, gracias a su aportación se han logrado grandes cambios que primero fueron exigencias ciudadanas.

El debilitamiento de la sociedad civil, o inclusive su desaparición nos llevaría a una absurda concentración de poder en la figura del presidente. No es un tema de personas si no de instituciones, no debemos de darle un “cheque en blanco” a nadie, por buenas intenciones que tenga.

Sin embargo, para que esta relación simbiótica funcione es indispensable que existan los espacios de participación ciudadana y que se tenga la apertura necesaria para entablar el diálogo entre sociedad y gobierno. Democracia no solamente es votar. La participación ciudadana también se da a través de la sociedad civil.

A nivel nacional, ya nos encaminamos a los primeros 100 días del gobierno de López Obrador, para algunos expertos, es un periodo clave que indica cómo será el comportamiento de esa gestión ¿Qué opinión tienen como Coparmex de este inicio del llamado nuevo régimen?

Hace poco me invitaron a dar una plática cuyo tema central era la perspectiva económica de esta administración. Debo decir que, dada la evidencia el panorama no es muy alentador. Hasta hoy hemos visto una toma de decisiones con un ritmo estrepitoso que van a tener un impacto negativo en la economía

La cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), ha sido calificada como la peor decisión del Gobierno de López Obrador.

Empezando por la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), que algunos analistas han calificado como la peor decisión por parte del gobierno federal en años.

Haciendo un cálculo del impacto económico que la cancelación del AICM tuvo, y considerando solo 5 factores: Tasa de interés, tipo de cambio, atracción de la inversión extranjera, caída de mercados bursátiles y fuga de capitales, el impacto que tuvo el anuncio equivale a aproximadamente $5.5 billones de pesos, es decir, lo que nos hubieran costado 18.5 aeropuertos. Si la preocupación eran los casos de corrupción en los contratos, la sugerencia era, y sigue siendo que se investigue y castigue a los responsables, pero nunca cancelar el aeropuerto —muestra una diapositiva en la tablet con el cálculo de las pérdidas—

Algunos de estos costos son recurrentes, es decir que lo estaremos pagando año tras año. Por ejemplo, cada 1% que incremente la tasa de interés en nuestro país, incrementa el costo de la deuda pública y privada en $300 mil millones de pesos. El equivalente a un aeropuerto por año.

Otra decisión de la que fuimos testigos fue el incremento del salario mínimo al doble. El efecto inmediato fue huelgas y paros laborales masivos. Aquellas entidades donde hubo paros vamos a ver reacciones de 4 tipos: Empresas que cerraron de inmediato y se fueron; las que paulatinamente irán cerrando sus operaciones; las que van a cancelar sus planes de expansión; y las que iban a venir, pero ya no.

Recibimos otro impacto con el desabasto de combustible. Es difícil estimar la magnitud del daño a las empresas por falta de datos suficientes y confiables. Sin embargo, en Coparmex nos dimos a la tarea de encuestar a 3,500 empresas en los estados más afectados; con corte al 10 de enero ya traían pérdidas por 2,400 millones de pesos. En nuestro país hay 5 millones de empresas registradas y esta muestra difícilmente es representativa. Aun así, mejores estimados calculan que el impacto directo para las empresas fue de $30 mil millones de pesos.

Este incidente deja una interrogante en el aire que tiene que ver con la detención de los responsables del robo de combustible. El número y nivel de detenidos difícilmente es representativo de una organización que moviliza $60 mil millones de pesos de combustible al año. Una preocupación es que algunos integrantes de esta organización migren a otras ramas del crimen organizado engrosando sus filas. Un vacío en el ingreso de esa magnitud no se sustituye fácilmente.

El bloqueo de ferrocarriles también afecto a las empresas y el impacto en la economía tarde que temprano mostrará su cara. En economía, los efectos no se manifiestan de manera inmediata sino con un desfase temporal, en ocasiones de meses.

Ya empezamos a ser testigos de una desaceleración en algunas industrias, entre ellas la manufactura. No podríamos hablar aun de una recesión pues por definición tendríamos que experimentar dos trimestres de contracción económica consecutivos. Sin embargo, bien podríamos estar en la antesala de una recesión.

Hace un año, cuando usted arribaba al cargo de presidente de Coparmex Sonora, entonces época preelectoral, nos decía que pedían a los candidatos más propuestas, menos promesas. Hoy estos candidatos ya son gobierno, en lo local por ejemplo, en Hermosillo ya tiene poco más de cinco meses. ¿Cómo ven este arranque en lo económico? 

En el ámbito local hemos visto un esfuerzo focalizado en la atracción de inversión a pesar de las condiciones adversas de inestabilidad e incertidumbre política que hemos vivido. Es importante reconoce que no estamos aislados en una burbuja. Las turbulencias que ocasiona la implementación de políticas públicas a nivel federal nos afectan.

Veo con buenos ojos la propuesta del estado de vender activos improductivos que incluyen el estadio Héctor Espino en Hermosillo y el estadio Oroz Gaytán en Ciudad Obregón. Su venta los puede convertir en un detonador del crecimiento y atracción para la inversión.

El estado debe de dedicarse única y exclusivamente a aquellas actividades que solo el estado puede realizar, buscando que prevalezca la condición de “tanta sociedad como sea posible y solo tanto gobierno como sea necesario”.

Finalmente en Sonora el gobierno federal está haciendo recortes en diversos rubros, comenzando por el Presupuesto, Fondo Minero, Seguridad Pública, Guarderías, en fin… ¿Cómo consideran que impacten estos recortes a la entidad? 

Sí, vimos recortes sobre todo en proyectos de infraestructura, contrario a lo que deberíamos de estar haciendo. Hay que recordar que la reconstrucción de países como Japón y Alemania después de la segunda guerra mundial, se logró haciendo una fuerte inversión en infraestructura y educación. En una segunda etapa hicieron también una importante apuesta por la innovación, investigación y desarrollo. Sin embargo, en nuestro país, pareciera que queremos lograr exactamente lo contrario.

Estamos limitando la inversión en infraestructura, como por ejemplo la cancelación del NAICM y la cancelación de los proyectos de infraestructura en varios estados como Sonora. En educación, se anunció la intención de darle marcha atrás a la Reforma Educativa. En innovación están en entredicho el Conacyt y el Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM).

En cuanto al Fondo Minero, es un recurso que utilizan los municipios para infraestructura y mejoras. En el 2017 este represento más de $3.7 mil millones de pesos de los cuales $1.1 mil millones fueron para Sonora. Con estos recursos se desarrollaron 382 proyectos de infraestructura y mejoras en múltiples municipios del estado. Este recurso ha demostrado ser de gran importancia para el desarrollo de los municipios con vocación minera por lo que debe de continuar, pero con estricta vigilancia.

Ante este panorama y estas decisiones, el pronóstico de crecimiento del 4% de nuestro presidente queda profundamente comprometido. Los mas serios pronósticos de crecimiento hablan de un 1%, pero si pretendemos seguir por esta senda podría empeorar.

Consideramos importante la participación de especialistas y de la sociedad civil en la definición de políticas públicas. El modelo colaborativo en la toma de decisiones ha demostrado funcionar obteniendo grandes resultados. Debemos buscar que se replique este ejercicio con mayor frecuencia.