Vórtice

Vórtice | Sistema de control poblacional en China

Presidente Chino, Xi Jinping.

A los globalistas les encanta China porque es un sistema probado y que es capaz de controlar a una masa impresionante de 1,386 millones de habitantes

Por Dr. Jorge Ballesteros

Muchos analistas detectan paralelismos entre la sociedad actual y el mundo que se describe en la Novela 1984 de George Orwell, sugiriendo que estamos comenzando a vivir en lo que se ha conocido como sociedad orwelliana,​ una sociedad donde se manipula la información y se practica la vigilancia masiva y la represión política y social.

La novela habla sobre el control a los ciudadanos por una dictadura omnipresente del Gran Hermano o Hermano Mayor, es asombrosa la coincidencia con Xi Jinping,   el Presidente de la República Popular China.

Es que en China, con un régimen comunista, donde existe un férreo control de la población, implementaron un programa que se conoce como “Crédito social de China” en este proyecto donde la gente está sometida a que le den puntos buenos o negativos para obtener beneficios.

Los puntos negativos los puedes tener hasta por emitir una opinión, por hacer una búsqueda incorrecta en internet, por ejemplo, si tú le contestas de repente mal a una persona, o estas de mal humor o debes dinero, o a lo mejor no lo has podido pagar, obtendrás puntos malos.

El llamado Crédito Social de China, es un sistema Orwelliano de clasificación social, que va estableciendo un ranking de puntos, que califican a sus ciudadanos, para que puedan obtener empleos, créditos y hasta para poder realizar compras.

Los globalistas (Los Rothschild, Rockefeller, Dupont, Soros, Bill Gates, Morgan, etc.) están invirtiendo una tremenda cantidad de sumas y han permitido que China ocupe el lugar que está ocupando hoy día, lo cual es bastante peligroso ya que es un sistema totalitario comunista que lo que hace es eliminar a sus oponentes.

Estos globalistas durante los últimos tiempos y sus compañías como las grandes corporaciones tecnológicas, están invirtiendo una tremenda cantidad de dinero en desarrollar programas experimentales de control y de espionaje social hacia los ciudadanos, que están probando precisamente en China.  

En un artículo de Bloomberg televisión, explica cómo China planea clasificar a 1.300 millones de personas. China tiene un plan radical para influir en el comportamiento de sus ciudadanos; quiere calificarlos según los aspectos de su vida para reflejar lo buenos (o malos) que son los civiles.

Las versiones del llamado sistema de crédito social, se están probando en una docena de ciudades chinas, con el objetivo de crear una red que abarque a toda la nación.

Los críticos dicen que es una forma torpe, intrusiva y siniestra para que un estado de partido único controle a la población. Los partidarios dicen que será una sociedad más considerada, civilizada y respetuosa de la ley.

El gobierno ha advertido a aquellos que violen la ley, y pierdan el fideicomiso, pagaran un alto precio. Esto solo beneficia a aquellos que están en el poder y es una intromisión no solo en la vida privada de las personas, sino que en el derecho a ejercer su libre albedrio.

¿Es esto verdad? pregunta este artículo. Si en el 2014, el gabinete de China lanzó planes radicales para establecer un sistema de crédito social para todo el país y concluir el 2020. Los ensayos locales que cubren alrededor del 6% de la población ya están recompensando el buen comportamiento y castigando las malas acciones.

La ciudad capital, de Beijing, debe comenzar su programa a finales de 2020. Desde 2015, una red nacional que recopila información del gobierno central y local se ha utilizado para incluir en la lista negra a millones de personas que reservan vuelos y viajes en tren de alta velocidad parte de un sistema que podría algún día estar vinculado al programa de crédito social.

El mismo gobierno chino confirma que ha bloqueado la compra de boletos de aviones a 7 millones de personas y le ha negado la compra de boletos de tren a 5 millones de ciudadanos por tener una mala calificación social.

Esto quiere decir que hay millones de personas que no pueden comprar boletos para desplazarse a largas distancias, básicamente están enjaulados y además el tener un bajo puntaje también significa que les va a costar más trabajo conseguir un empleo; que no van a ser acreedores a un crédito.

Y lo peor es que estos malos puntos se heredan, los padres les van a dejar esos malos puntos a sus hijos y además van a dividir familias porque si un hermano o un tío tiene mal puntaje, el resto de la familia ya se va a apartar o también será perjudicado en este sistema.

Un sistema Orwelliano donde las personas están vigilando a sus compañeros, que no hagan comentarios incorrectos acerca del gobierno o del mismo sistema, totalmente como lo describió George Orwell en el libro “1984”.

En China el partido comunista a partir de su politburó tiene el control absolutamente de todas las actividades que se realizan dentro de esta nación. Se han instalado cámaras por todo el país, porque ahí ya tienen muy desarrollado el sistema de identificación de rostros, esto quiere decir que a donde vayan las personas están completamente monitoreadas.

Cuando los ciudadanos chinos tratan de acceder a una reserva aérea para comprar un vuelo y les dicen que esta reserva, esta compra no ha sido autorizada y que se comuniquen directamente al politburó. Están tratando de prohibir que cierta gente acceda a beneficios bancarios, a sistemas de crédito, a comprar un boleto en avión y si tu score (o puntuación) no es suficientemente bueno, te van a obligar a comprar un boleto en tren pero ya no vas a poder acceder a un viaje en una línea aérea.

Sin embargo existen dudas, dice este artículo sobre si China podrá establecer un sistema universal o tendrá que conformarse con un montón de redes más pequeñas. El presidente Xi Jinping ha pedido un sistema de crédito social que cubra a toda la sociedad.

Evidentemente están aplicando y usando la tecnología de una manera absolutamente siniestra para poder controlar a los ciudadanos. Estas son algunas de las justificaciones que tiene esta gente para poder hacer esto:

Mantener la confianza es glorioso y romper la confianza es vergonzoso. Esa es la ideología guía del plan como se describe en un documento de 2014.

Dice este artículo ¿Cómo se juzga a la gente? Dice que varía de lugar en lugar, en la ciudad oriental de Hangzhou, la actividad “pro-social” consiste en donar sangre y trabajos voluntarios; mientras que violar las leyes de tránsito reduce el puntaje de crédito de una persona 

En Zhoushan, una isla cercana de Shanghái, los servicios no incluidos incluyen el uso de teléfonos móviles o fumar mientras se conduce, el vandalismo, los perros que caminan sin correa y la música en alto.

Las puntuaciones de crédito pueden aumentarse en el cercano Yiwu al apoyar a los ancianos o proteger la propiedad pública, mientras que los puntos se pueden perder por no pagar las facturas de servicios públicos, infringir las reglas del Partido Comunista o cometer un fraude.

Todo esto es presentado de la manera más loable, como un beneficio, pero lo que hay detrás es solo la intención de hacer un negocio de estas corporaciones de alta tecnología que están asesorando a China, así como la dominación del Partido Comunista Chino.

Difundir noticias falsas (difundir noticias que sean contrarias al Partido Comunista) es un delito. ¿Qué pasa si cae el crédito social de alguien? A las personas se les puede negar servicios básicos o se les puede prohibir pedir dinero prestado, le están negando el derecho a la Banca.

Un ciudadano con un bajo puntaje de Crédito Social, no puede quedarse en hoteles más lujosos, comprar bienes raíces, comprar un automóvil de lujo o enviar a sus hijos a ciertas escuelas  privadas. “Los rompedores de confianza” según les llaman, enfrentan restricciones  en el empleo, incluso en finanzas, según una directiva del gobierno de 2016.

¿Se aplican las leyes a extranjeros?

Para el plan piloto en Yiwu, se incluyen los extranjeros. Una mala puntuación de crédito dará como resultado que no se emitan o renueven visas y permiso de residencias y que se “cancele el negocio de liquidación de divisas”.

Los extranjeros con una buena puntuación disfrutaran de beneficios tales como préstamos preferenciales y visas de entrada múltiple. O sea beneficios para todo aquél que está a favor y la muerte para las personas que están justamente en contra.

A los globalistas les encanta China porque es un sistema de control social probado y que es capaz de controlar a una masa impresionante de personas, estamos hablando 1,386 millones de habitantes.

Es por eso que este modelo de Crédito Social, basado en la experiencia China, se intentará replicar en el resto del mundo.

La buena noticia, es que les falló el Coronavirus como medio de control poblacional, ya que en algunos lugares del mundo, se está activando la economía y se está  dejando atrás la pandemia, a pesar de los apuros de Bill Gates por vender sus vacunas.