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Dardos | El show del encantador tropical

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

Las cámaras de televisión lo siguen a todas partes, como mago en pleno espectáculo. Enfocan sus gestos, ademanes, lo que diga su dedito. La audiencia siempre expectante a la jocosidad acostumbrada con la cual evade cuestionamientos. Así es el López Obrador del 2019. Y detrás de esa figura “intocable” se esconde su gabinete.

Para nadie es un secreto que el tabasqueño es un experto en el manejo de la comunicación. Todas las mañanas, desde Palacio Nacional, dicta la agenda. Así como purifica personajes, desacredita a otros. Su retórica es envolvente, ligera, chabacana.

Por una larga tradición política, los mexicanos hemos desarrollado una extraña necesidad interna de creer en las palabras de la máxima autoridad nacional. Si damos un vistazo en retrospectiva a los diez meses de gobierno de AMLO, seguramente recordará con facilidad los absurdos dichos presidenciales (fifí, fuchi-guacala, los voy acusar con su mamá)… en fin, solo dichos que se vuelven parte de la conversación nacional, ocupando espacios de opinión, dejado de lado la discusión trascendente. Expertos en comunicación denominan esas estrategias como “cortinas de humo”. Pero los magos de la “4-T” han generado tantas cortinas que aparenta haber un incendio.

Ahora bien, la cuestión es ¿de qué nos estamos perdiendo? Dos ejemplos:

-Usted recordará que en marzo los diputados aprobaron fast-track cambios legislativos para crear la Guardia Nacional del Presidente. Incluso AMLO y el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, en abril dieron como plazo seis meses para ver un cambio en la incidencia delictiva. Bueno, la estrategia no funcionó. Pero por mientras y ante las presiones del presidente estadounidense Donald Trump, la GN terminó como la Border Patrol mexicana. Eso sí, las “empresas” del narco siguen prósperas: venta de droga, trasiego, extorsión, secuestro, armas, etc. Con la diferencia que ahora hasta el Gobierno quiere diseñarles un traje legal, el cual llaman Ley de Amnistía.

¿De qué más nos perdimos?

-Después de que los diputados federales aprobaron sin problema la engañosa “Ley de Revocación de Mandato”, sigue la discusión en el Senado. Una vez librado ese escollo, el presidente tendrá facultad para someter a votación popular en 2021 si continúa o deja el cargo. Algo que luce con rostro reeleccionista. Imagine el efecto AMLO con el poder del Gobierno empujando a sus candidatos de Morena… Suena al estilo del viejo PRI autoritario.

APUNTE FINAL: Si el show del Presidente le parece muy gracioso y se levanta a aplaudirle… cuidado, voltee bien porque le pueden robar su silla.