Dardos | ¿México contagiado por mentiras globales?

Por: Gabriel Rigo Gutiérrez E.

COMO LA humedad, poco a poco se fueron infiltrando entre la sociedad. Usted los debe reconocer, son esos tópicos que despiertan polémica nada más se ponen sobre la mesa: la ideología de género y la cultura de la muerte. Algunos expertos las han denominado “mentiras globales”.

Y es que a punta de presiones políticas e intereses económicos, en diferentes países han sido elevadas a ley, y si alguien tiene la osadía de pensar distinto, es lapidado en la plaza pública de las redes.

El hecho indiscutible es que de un tiempo acá, estas corrientes de pensamiento se pusieron de moda. Pero lo más criticable tal vez, de acuerdo a lo visto, es cuando se rebasa la esfera personal y los Gobiernos imponen esas ideas como camisa de fuerza a toda la población. Se valen de los sectores públicos de salud y educación, para esos fines (además de ser solventados con el dinero de todos).

Pero yendo más allá del frenético deseo de algunos políticos por instalar la llamada “agenda de la muerte”, por qué no nos detenemos a pensar en cuestiones como ¿Quién está verdaderamente detrás de todas estas propuestas y con qué fines los impulsan?

Agustín Laje, uno de esos personajes que no se anda con correcciones políticas, es claro al definir en qué consiste la llamada ideología de género: “refiere a un conjunto de ideas anticientíficas que, con propósitos políticos autoritarios, desarraiga a la sexualidad humana de su naturaleza y la explica monopólicamente por la cultura”.

El escritor argentino estará de vista en Hermosillo el próximo viernes 29 de marzo como parte del simposio “Derrumbando Mentiras Globales” que organiza el colectivo “Poder Sonora”. Ahí precisamente, junto con otros conferencistas, responderán cómo es que llegamos a esto y las falacias que encierran estos engaños.

Y es que al paso que vamos, como diría Chesterton “se encenderán hogueras para atestiguar que dos más dos son cuatro. Se desenvainarán espadas para probar que en verano las hojas son verdes”.

NOTA FINAL: México atraviesa por un momento de alta polarización, azuzado en gran medida por la nueva clase gobernante. Sin duda, esa dicotomía fabricada desde el Poder, lentamente acabará con el espacio del diálogo respetuoso… y no es buen augurio para la democracia.