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Defender la vida y la verdad

Si buscas la verdad sobre el aborto, todos los caminos te llevarán a la ciencia. Hoy existe una actitud de desprecio y pesimismo frente a la vida misma que la pone en riesgo y la ataca en sus diferentes etapas de su desarrollo

Por Víctor Pacillas

Para que una persona tome una postura, ya sea positiva o negativa frente a cualquier tema, es importante que lo que generó su convicción de defenderla esté basada en fundamentos sólidos que comprueben y respalden esa decisión. En ese sentido, es un deber personal, sin duda alguna, el informarnos y estudiar con la intención de buscar y llegar a la verdad para no estar del lado incorrecto, sobre todo cuando se trata de vidas humanas inocentes.

Si buscas la verdad sobre el aborto, todos los caminos te llevarán a la ciencia. Es un hecho increíble que en pleno Siglo XXI, con tantos avances científicos y tecnológicos que deberían posibilitar una mejor calidad de vida en muchos sentidos, aún existan víctimas inocentes que, desde el vientre materno, se les vulnera y asesina, violentando el principal derecho que tenemos como Ser Humano y de donde se desprenden los demás: el derecho a la vida.

La cultura de la muerte y sus falsas ideologías han abarcado amplio terreno en la sociedad, y uno de los factores que aceleró la penetración de estas ideas, ha sido la promoción que desde el Estado se le da a este tipo de teorías, las cuales pierden a la juventud y ponen en jaque la integridad de las personas, en cualquiera de sus etapas y desarrollo en sus vidas, como cuando se fomenta el aborto y la eutanasia, por nombrar dos ejemplos.

Hoy, en general, existe una actitud de desprecio y pesimismo frente a la vida misma que, como ya lo dijimos, la pone en riesgo y la ataca en sus diferentes etapas de su desarrollo. Por tal motivo hemos tenido que salir a reivindicar el derecho a vivir, nos hemos trazado el objetivo de exaltar y defender lo más preciado que tenemos, a toda costa.

Es a partir de la concepción, que se da entre los gametos femenino y masculino, cuando inicia la vida. De esa unión surge un ser con propia carga genética, distinta al del padre y la madre, por eso cuando una mujer dice que tiene derecho a decidir sobre su cuerpo, simple y sencillamente está equivocada, puesto que lo que carga en su vientre no puede ser considerado como parte de su cuerpo, sino que se le debe de tratar con el mismo respeto que a un adulto. Negarle este respeto y terminar con su vida, sería discriminarlo. Por eso México está suscrito a tratados internacionales como el del Pacto de San José de Costa Rica que dice en su artículo 4, del Derecho a la Vida, que toda persona tiene derecho a que se respete su vida, y ésta estará protegido por la ley y en general, a partir del momento de la concepción, nadie puede ser privado de este derecho arbitrariamente.

Una vez que la ciencia demostró y despejó cualquier duda que se tenía referente a cuándo inicia la vida humana, basta con mirar en torno a nosotros para darnos cuenta de que es una verdad que es urgente proclamar, porque en este siglo que vivimos, se hace todo lo contrario.

Es importante reflexionar cuántas veces se nos ha mirado como creaturas sin trascendencia y sin sentido, rebajando nuestra dignidad como seres humanos, buscando desarmar a las personas para que sean fácilmente movidas por la propaganda ideológica dañina, e intentando anular y borrar, como si se pudiera, nuestra naturaleza, así como toda moral.

Por eso hoy más que nunca se debe de proclamar la verdad con toda claridad, hacerle saber a la sociedad que corre el riesgo de caer en las garras de argumentos prefabricados por la propaganda ideológica que, bajo falsas premisas y sentimentalismos pretende convertir lo bueno en malo y lo malo en bueno, apoderándose del entorno y haciéndote sentir mal por no estar de acuerdo con el asesinato de millones de niños inocentes por nacer.

 

*Víctor Pacillas, presidente de la agrupación “Amar Cada Latido”; integrante de “Poder Sonora”; y conductor del programa “Políticamente Incorrecto”.