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El valor de salvar vidas

La Mayor Perla Guadalupe es Médico Cirujano con especialidad en Patología Clínica, desde hace un mes dirige el laboratorio clínico del Hospital Militar Regional de Hermosillo

Por Yesúa Molina

Desde pequeña Perla Guadalupe Galindo Hernández soñaba con ser médica. En Altotonga, Veracruz, de donde es originaria, era usual que el cuerpo militar realizara labores comunitarias, la pequeña que veía al ejército en acción se interesó desde entonces en la labor militar, por el apoyo a la comunidad que veía en los efectivos del ejército.

Cuando tenía 18 años se dio cuenta que dentro de sus opciones a futuro estaba la de entrar al ejército y no reparó en buscar los medios necesarios y prepararse para ver materializado su deseo.

Actualmente se desempeña como Mayor Médico Cirujano con una especialidad en Patología Clínica y desde hace un mes dirige las actividades del laboratorio clínico que se encuentra en el Hospital Militar Regional de Hermosillo.

Para la Mayor Galindo el hecho de ser mujer no fue un obstáculo para cumplir su sueño de niña.

Reconoce que los últimos años la apertura al sector femenino en las diferentes actividades es notoria en la institución.

A la escuela Médico Militar aplican alrededor de 3 mil jóvenes y seleccionan 80 perfiles para ingresar a las filas.

Su generación contó con una tercera parte de mujeres graduadas como médico militares, aproximadamente 18 mujeres y 35 hombres obtuvieron su título ese año, algo que no es común observar.

“La escuela donde estudié fue una de las primeras que aceptó en sus filas a mujeres para formar médicos, recientemente se han abierto las puertas de otras escuelas del instituto armado para que más mujeres accedan y se desarrollen en las diversas áreas del Ejercito”, comenta.

4 Perla GuadalupeSiendo una jovencita, Perla Guadalupe ingresó al internado en la Ciudad de México, después de terminar el bachillerato en su ciudad natal, donde permaneció seis años, combinando estudios con entrenamiento físico y adquiriendo los conocimientos necesarios para operar junto al cuerpo de defensa militar, una época que recuerda fue de esfuerzo, valor y mucho trabajo.

Al culminar sus estudios preliminares fue necesario que adquiriera experiencia directa por lo que practicó dos años como interna en el Hospital Central Militar, en la Ciudad de México.

Posteriormente, como requisito para los médicos está el ingresar a una unidad operativa, un batallón regional, donde los estudiantes aprenden tareas de armamento general.

En el entrenamiento de un año que llevó en Ciudad Delicias, Chihuahua, fue la única mujer perteneciente al 66° Batallón de Infantería, entre decenas de hombres que hacían su internado.

Posteriormente, ella y otra compañera de su generación fueron dos de los tres graduados con la especialidad en Patología Clínica en México.

Las mujeres han incurrido en los diferentes servicios del Ejército, en el país hay 11 profesionales de aviación militar, una de ellas ejerce en la Base Aérea de Hermosillo.

La equidad de género se ve reflejada en cambios que contribuyen a la libertad de elegir una especialidad, los hombres han incurrido en la Escuela de Enfermería que antes estaba dirigida solo a las féminas y la Escuela Militar de Oficiales de Sanidad hoy en día acepta mujeres.

La primera militar de artillería está a dos años de graduarse del Heroico Colegio Militar, será la primera que lo haga en México y trabajará junto a los efectivos que manejan armas en trabajos de campo.

4 AnalisisSiendo un área que se piensa está destinada al trabajo rudo de los hombres, la familia de Perla Guadalupe Galindo ve con admiración su desempeño. Desde que salió del municipio de Altotonga, a los 18 años, Perla ve a sus padres solo una vez en vacaciones. Su rostro cambia y deja entrever un poco de tristeza, detrás de su formalidad, cuando recuerda su tierra natal, sin embargo, su responsabilidad, valentía y compromiso son los principales valores que la han mantenido como una mujer única en su profesión. Sus amigos la reconocen como alguien que ha logrado sus metas y con un fuerte compromiso con su país.

En el cuerpo militar son iguales las oportunidades para mujeres y hombres, considera la Mayor Galindo, el entrenamiento es igual al de los hombres, es más pesado para las mujeres pero vale la pena por la satisfacción que le genera servir a su país.

Los obstáculos con los que se ha encontrado son operativos, cuando estuvo en trabajo de campo con el Batallón de Infantería.

Ahora se levanta diariamente al amanecer para cuidar la salud de los pacientes, militares y afiliados que se encuentran internados en el hospital, maneja las muestras de análisis clínicos y coordina un equipo de trabajo en el laboratorio.

Lo más gratificante para Perla Guadalupe es saber que su trabajo ayuda a salvar vidas, entre sus planes a futuro está el estudiar una sub especialidad y no descarta el seguir obteniendo puestos más elevados en la institución.

A las mujeres que tengan su misma inquietud, la Mayor Galindo les dice que nada es imposible, siempre y cuando se tengan las ganas suficientes y se esté dispuesto a sacrificar tiempo con familia y amigos, a cambio de la satisfacción de ser una mujer ejemplar para México.