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Rastrea PGR pistas de Caro

Rafael Caro Quintero desapareció sin dejar rastro alguno luego de abandonar el Penal Estatal de Jalisco.

La madrugada del pasado 9 de agosto, el sinaloense abandonó la penitenciaria en una camioneta Land Rover que lo llevó hasta un departamento de lujo de su hijo, Héctor Rafael Caro Elenes.

Las autoridades responsables de su búsqueda presumen que en este inmueble, localizado en el centro de Zapopan, estuvo sólo unos instantes, muy probablemente para cambiar de vehículo y luego abandonar Jalisco.

El departamento del primogénito, quien fue representante de México en las pruebas de equitación en los Juegos Olímpicos de Beijing, es el último sitio donde el Gobierno federal considera que estuvo el narcotraficante, a quien hoy rastrean día y noche en Sonora y Sinaloa.

Fuentes federales que participan en la persecución informaron que un dato que ha sido recabado es que padece una enfermedad que requiere cierto tipo de servicios médicos.

Durante un chequeo que se hizo en prisión, Caro refirió haber sufrido un infarto al miocardio, padecer insuficiencia cardiaca, hipertensión arterial sistémica, glaucoma del ojo derecho y haber sido sometido a prostatectomía, cirugía de hernia hiatal y a una tiroidectomía.

La PGR, que lidera la búsqueda del originario de Badiraguato, reconstruyó la ruta que siguió la camioneta Land Rover, pero el rastro desaparece a partir de que llega al domicilio de Caro Elenes.

Un funcionario federal presume que es probable que el narcotraficante haya cambiado de vehículo más de una vez, para despistar a las cámaras y huir al noroeste del País.

De hecho, una de las pistas que siguen las autoridades es que Caro Quintero podría estar escondido en Sonora y Sinaloa, donde tiene familiares, algunos incluso presuntamente vinculados al tráfico de drogas.

Otro de los personajes que también tiene en la mira el Gobierno federal es un sobrino del traficante sinaloense que opera en la Ciudad de México y que consideran que ha mantenido contacto con Caro, luego de que éste fuera liberado.

El narcotraficante por ahora es perseguido sólo con base en una orden de detención con fines de extradición a Estados Unidos, donde la Corte Federal del Distrito Sur de California, en San Diego, lo reclama por 8 delitos, incluido el homicidio del ex agente de la DEA, Enrique Camarena.

En México no existe ninguna orden de aprehensión vigente en su contra y la PGR está a la espera de que la Suprema Corte de Justicia resuelva la revisión que interpuso contra el amparo que hizo que el capo volviera a las calles.

EL NORTE

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